Wallmapu y Cataluña. Un punto de contacto entre dos naciones
Los recientes y vertiginosos sucesos que están aconteciendo en Cataluña provocan complejas preguntas y suscitan muchos análisis. Dentro de éstos últimos, podemos utilizar como punto de referencia la teoría democrática. A través de ella, pueden palparse clivajes políticos cruciales en el devenir de los Estados contemporáneos; en otras palabras, somos testigos de dilemas entre grupos que no han tenido una respuesta satisfactoria. Desde esta perspectiva, lo reivindicado por un gran número de mapuches y catalanes posee puntos en común.
Precisemos un poco. Lo sostenido por los independentistas catalanes descansa en argumentos democráticos. Más finamente, en la idea de la autodeterminación. Por el contrario, el Estado español central funda su rechazo al referéndum en la Constitución española. O lo que es lo mismo en este caso, en el Estado de Derecho, comprendido éste como pura formalidad, y no en argumentos o tópicos democráticos. Pero cuidado. La democracia también es una forma o método, pero que da cabida a las decisiones sociales. El Estado de Derecho, en tanto concepto, puede poseer también contenido o sustrato material. A través de él se ha robustecido el discurso de los derechos fundamentales, por ejemplo. Pero ése no ha sido el caso del Estado español en sus declaraciones recientes. Estado de Derecho y Democracia han sido utilizados de manera reaccionaria, sin contenido ni legitimidad política.
¿Por qué esta disputa pueden interesar en Chile? La respuesta reside en que la lectura anterior es trasladable a las demandas de autodeterminación mapuche levantadas hacia Estado de Chile. Es cierto que el conflicto mapuche posee aristas históricas muy diversas a las del caso catalán. Sin embargo, una semejanza es común a ambas naciones. Los mapuche también han construido en las últimas décadas argumentos democráticos para conseguir su autodeterminación. Ante ello, los gobiernos chilenos han reaccionado de distinta manera, siendo las más comunes la criminalización y la ignorancia. Pero también se ha utilizado, en algunas oportunidades, la apelación al Estado de Derecho, que ha tomado la forma de “indivisibilidad de la nación”. Pero no es más que un discurso espurio y vacío, que enmascara otro tipo de razones o intereses.
Deseando que la vorágine que está ocurriendo en Cataluña se resuelva respetando la democracia solicitada por los mismos catalanes, deberíamos al mismo tiempo sacar conclusiones para nuestra propia conflictividad política. La legalidad en sentido kafkiano no puede constreñir a la autodeterminación, ni menos negarla.
Cristóbal Herrera Morales
Profesor del Instituo de Derecho Público -UACh
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